Estrella de Mar
Cierto día, caminando por la playa reparé en un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez.
Tan pronto como me aproximé, supe que lo que el hombre agarraba eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena, y una a una las arrojaba de nuevo al mar.
Intrigado, le pregunté sobre lo que estaba haciendo, y él muy amablemente me respondió: "Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano. Como ves, la marea es baja y estas estrellas han quedado en la orilla si no las arrojo al mar nuevamente morirán aquí por falta de oxígeno. "
"Entiendo- le dije- pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas. Son demasiadas. Y quizá no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. ¿No estás haciendo algo que no tiene sentido? "
El nativo sonrió, se inclinó y tomó una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió: "Pues... ¡Para ésta si lo tuvo! "
Alguna vez alguien dijo:
"...No tengo en mis manos la solución de los problemas del mundo, pero frente a los problemas del mundo tengo mis manos…"
3 comentarios:
Estimada Silvi
Agradezco mucho que hayas visitado mi blog y hallas dejado tu opinión realmente la comparto como la deberiamos compartir millones de argentinos que por uno u otro motivo no pueden ejercer el derecho de expresión o tienen el temor, la apatía, la falta de esperanzas en cambios al realizarlas.
Desde Otamendi
Un abrazo.
Pablo
Qué bonito y qué cierto el texto. Puede que no podamos arreglar todo lo que esté mal en el mundo, pero al menos a una parte podemos llegar.
Besos linda ;)
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